domingo, 29 de noviembre de 2009

Ejecución, II

Gracias, San, por la inspiración xD

______________________________________


Y allí estaba. Indefenso. Atado. Cegado. Torturado. Su vida en tus manos. No lo conoces de nada, y sin embargo tu arma acabará con él. Nada de balas falsas o reales. Segarás su vida.

Tu general se acerca a él. Susurran unas palabras. Se aleja del condenado riéndose. Alza la espada. Disfruta del momento. Un minuto… Dos... Bajó la mano, cortando el aire. Tu mano tiembla, pero no aprietas el gatillo.

No hizo falta llegar a tanto. Está muerto. Tres agujeros de bala en su pecho. Uno en el centro. Otra le perforó el pulmón. La tercera, el corazón. De los tres orificios manaba sangre.

Los soldados recogen sus armas. Ninguno habló. El general se acercó a vosotros, felicitando vuestro trabajo.

—Mi general, con vuestro permiso—Preguntas—. ¿Cuál fue su último deseo?

El general se rió con ganas.

—Que fuese rápido—Respondió.

Y la furia te corroe por dentro. Se burló de él. Lo torturó.

Armas tu fusil. Apuntas. La bala le atravesó la cabeza. Se desplomó.

Se abalanzan sobre ti. Alguien grita. Estas arrestado. Morirás mañana, al amanecer.
Leer más...

jueves, 26 de noviembre de 2009

Destello de plata

Para ella
_____________________________________________________

Destello de plata. Rio de sangre. Temor. Dolor

Muerte.

El brillo de sus ojos te enmudece. Tus propios ojos te miran. Te odian. Él te odia, aquel que se esconde en ti. Aquel que eres, aquel que no eres. Aquel que se llevará tu vida. Aquel que te lanzará a un vació infinito.

Aquel que blande un cuchillo de plata manchado de sangre. Su sangre. Tu sangre.

Ves cómo agoniza. Ves cómo muere. Ves cómo una parte de ti desaparece. Sonríes, bañando una vez más aquel filo plateado con tu propia sangre.

Caéis en la oscuridad. Morís…

Despiertas. Pasas la mano derecha por tu frente sudorosa. Todo fue un mal sueño.
Te levantas de la cama. Tu mano izquierda blande un cuchillo de plata…
Leer más...

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Valor.

Sí, Raquel, yo en las clases me voy a mi mundo xD.
_______________________________________

En la oscura noche sólo se escuchaba el sonido del acero golpeando al acero. Dos ejércitos se enfrentaban, unos tratando de defender sus tierras de los invasores. Y perdían.

Franz luchaba por salvar su tierra y su vida junto a su mejor amigo, rodeados del ejército enemigo. Ambos veían como sus compañeros caían, uno tras otro.

Tocaron retirada. Los soldados corrieron a la fortaleza, tratando de salvar sus vidas. Los invasores gritaban, celebrando su victoria. Muchos de ellos corrían para tratar de alcanzar a los que huían, lanzando estocadas al aire. Seth tiró de Franz, sacándolo de aquel encierro. Corrían repeliendo los ataques de sus perseguidores.

— ¡Ya queda poco! —gritó Seth, bloqueando otra estocada. El puente del castillo estaba a apenas unos metros.

Y entonces silbó una flecha perdida. Seth cayó. Franz se detuvo junto al cuerpo de su mejor amigo, ahora agonizante. Junto a él aparecieron algunos de los compañeros de armas de Seth. Los restos de aquel grupo que se alistó unido. Casi hermanos.

—Dejadme—dijo Seth, con sus últimas fuerzas—. Salvaos.

Franz gritó. Su mejor amigo ahora yacía frente a él, muerto. Le ordenó a alguien que lo llevase adentro. Ni se fijó en quien era. Sólo una cosa ocupaba su mente.

Se puso de pié, con la espada en la mano. Volvió a gritar con todas sus fuerzas, antes de volver a lanzarse contra el invasor. Sus compañeros, sus hermanos, lo imitaron. Debían de ser unos siete hombres, pero el enemigo se veía superado.

Los defensores del castillo, inspirados por el valor de aquellos hombres, abandonaron su refugio para unirse a la batalla, para expulsar a aquellos invasores. El enemigo, creyéndose vencedor, apenas tuvo tiempo de reorganizarse. Pronto se dieron cuenta de que aquella batalla estaba perdida.

Porque el valor de unos pocos podía transformar la derrota en victoria.
Leer más...